Bona nit i benvinguts amics i amigues.
Primeramente
deciros que estamos orgullosos de estar celebrando ya el Undécimo Día d’Àfrica a
Natzaret, por tratarse de un recuerdo, celebración y denuncia, en un barrio
como el de Nazaret, donde abunda el paro de la gente joven, donde hay mucha
gente que pasa hambre y que sus recursos no llegan a final de mes
Damià, junto a otros amigos, en el XI Día de África |
En segundo
lugar: El humilde trabajo que venimos haciendo desde el Centre de Música en
Rwanda desde el año 2005, también nos llena de satisfacción (aunque quisiéramos
más) pues también este año hemos podido ayudar a 600 niños y niñas para su
posibilidad de poder acudir a la Escuela de Primaria y a 100 de Secundaria, a
1000 familias para la mutual de salud, a 110 campesinos y campesinas, a 60
apadrinamientos y al contrato de dos personas ruandesas para llevar todo esto
adelante, formando a los beneficiarios en valores de responsabilidad, autonomía
y solidaridad humanas.
Y en tercer
lugar: No podemos celebrar y vivir un Dia d’Àfrica sin hacer presente las
219.000 personas africanas que se vieron obligadas a atravesar el Mediterráneo
y a las 3.500 de ellas que perdieron la vida en sus aguas en el año 2014. Y en
este año serán muchos más, a la vista de lo que se está informando cada día, con la indiferencia de si se
tratara de un viaje: barcos y pateras de 20, 40, 700, 800, 400, 900, 150…emigrantes
en peligro de morir en el mar .
Los principales
dirigentes europeos hacen públicas e hipócritas declaraciones de pesar ante los
naufragios, pero la solución que han decidido para arreglarlo es fortalecer el control
policial de las fronteras, endurecer las leyes de la inmigración y
responsabilizar a las mafias de los naufragios. La UE ha renunciado a su orientación más
humanitaria y respetuosa con los Derechos humanos. Entienden el acceso de los
emigrantes como “un riesgo de violación” de las fronteras. No tienen en cuenta
que si los emigrantes huyen de sus países, una de las causas principales es el
saqueo que los países europeos han hecho y están haciendo de sus abundantes
riquezas y las guerras que han provocado y están provocando. Los emigrantes no vienen por gusto. Están
huyendo de conflictos, persecución y hambre
Nuestro
ministro del interior habla de “asalto
a la valla” ¡Asalto!(como si los emigrantes acudieran con metralletas!) Y el
presidente de Gobierno dice: “Ya no
valen las palabras. Hay que actuar”. Y para él, actuar es, por ejemplo, que en los cinco
últimos años han destinado 290 millones de euros para fortalecer las fronteras
y sólo 10 millones para la acogida de
refugiados, y los 50 millones de euros pagados a Marruecos para que construya una
nueva valla de concertinas.
Por esto,
nos indigna la hipocresía de tantos jefes de estado paseando por las calles de
París en la manifestación contra la violencia del “Yo soy Charlie”, cuando son responsables de la violencia ejercida
contra estos miles de emigrantes que mueren en el Mediterráneo, que se ha
convertido ya en el mar más mortífero del mundo
Por miles
seguirán viniendo y muriendo si la Unión Europea no actúa y si los ciudadanos y
ciudadanas no nos alzamos exigiendo más humanidad y más justicia ante esta
vergüenza y no dejamos de gritar el eslogan de hoy, de este XI Dia d’Àfrica a
Natzaret:
“Jo també soc immigrant”.